Qué bonita bandera

ANDALUCIA
Junto a «La Borinqueña», mi querido Puerto Rico tiene como un segundo himno oficioso. Una canción plena de son, que repite con aires cimarrones de vieja décima campesina: «Qué bonita bandera,/qué bonita bandera,/qué bonita bandera/es la bandera puertorriqueña».
Cada vez que la escucho allí, ante el Contemplado Mar a cuya vera está enterrado su contemplante Pedro Salinas, me digo para los terrenos de mis adentros del alma, de la segunda raya de picadores de orgullos a las tablas de la ley no escrita del amor a la Patria: «Pues anda que nuestra bandera de España tampoco anda malamente de bonita». Y ahí viene el problema y el lío.