No es una legislatura, es una precampaña

 

 

ANDALUCIA

Sánchez ha de empezar a pensar en ir a las urnas a pedir a los ciudadanos un aval para que ese Gobierno tenga una oportunidad real

Ayer el Congreso resolvió la pregunta: ¿legislatura corta o legislatura larga? Claro que la verdadera cuestión sería otra: ¿pero esto es una legislatura? Y la respuesta, va de suyo, es no. Una legislatura requiere desarrollar un programa de Gobierno con su paquete legislativo correspondiente, y Pedro Sánchez, desde la propia moción de censura, ha evitado comprometer ese programa a sabiendas de no poder gobernar.

Denigrar la democracia

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LA imagen de la semana de la política andaluza en Twitter es un aguafuerte del Parlamento: sus señorías cobrando dietas en agosto sin trabajar o complementos por comisiones fantasma sin reunirse una sola vez en años. Según la consejera, María Jesús Montero, denigrar a los servidores públicos con esas críticas es denigrar la democracia. Su frase merece ser archivada, sobre todo cuando apela a «intentar no hacer ningún tipo de cuestionamiento sobre el trabajo que realizan los diputados». Qué maravilla; estas cosas le hubiera dado pudor decirlas, qué se yo, a Fidel o a Franco.
En fin, uno hubiera jurado que a la democracia se la denigra más cobrando dietas en agosto que criticando esa dietas. Pero ella lo sabrá mejor, que para eso lleva más de quince años honrando a la democracia de cargo en cargo en la Junta. Así que olvídenlo, prohibido hablar sobre sus dietas de agosto sin trabajar. Respeten la democracia, hombre.

La ‘fatwa’ de la viuda Díaz

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«TÚ graba». Susana Díaz había abandonado el plenario del congreso del PSOE sin votar el dictamen, y horas después -desde el Twitter de Esther Palomera- aparecía un video de la delegación andaluza compartiendo copas en la noche primaveral, con un aire inevitable de fiesta rociera.

La presidenta no se hacía un Heredia, por supuesto; no era un video robado. Se le ve dando la orden de grabar, con plena conciencia de que eso se viralizaría como TT. Se ve a su exSusanísima desatada llamando a gritos a Cornejo y a Mario -piadosamente podría decirse que parece una maestra llamando a dos niños extraviados en el recreo, pero escenifica los peores matices de la caricatura andaluza- y luego pregunta por los ocho secretarios generales y algún otro nombre, entre risotadas y vocerío… y entonces envía su mensaje, su fatwa: han recibido «una hostia» y ahora, tras proclamar la fidelidad al partido, toca replegarse al sur de Despeñaperros, a defender allí el califato del socialismo andaluz.